Educación


Desde el balcón central de San Nicolás

El potente equipo de sonido reproduce la pregunta de Medardo Serna González: “¿Qué es lo que queremos?”.

Nadie responde o son pocas las voces que reaccionan, sumidas en el calor, en el entusiasmo, en la marea de un día de por sí caluroso, con una multitud enfrente que culmina una caminata que arrancó desde las 10:00 hora del Caballito moreliano para pasar por un Congreso de puertas cerradas y arribar al Colegio de San Nicolás.

Y bueno, el contingente que marchó este día, más que de una marcha parecía que iba en desfile, en caravana. Callados, si acaso gritaban vivas a la universidad y a San Nicolás, nada más. Entiende uno entonces el comentario de una estudiante vestida de blanco: “El maestro nos citó aquí (en el Caballito), y bueno, pues que bien que nos invitaron a participar”.

Día histórico, es el término que no cesa de oírse. Bueno, los nicolaitas se sienten héroes a la menor provocación, así que además de la invocación a Vasco de Quiroga, Hidalgo y Morelos, no sorprende que casi al final de su discurso el rector diga que ser nicolaita “está en nuestro ADN, en nuestros genes”.

Día histórico porque en esta segunda movilización contra los diputados, la otra fue el 9 de mayo, hasta el balcón central del Colegio fue utilizado para que el rector y los exrectores, además de los líderes sindicales, lo ocuparan y desde ahí, con cara de displiscencia vean a los de abajo, como cando los gobernantes ven los desfiles desde Palacio de Gobierno.

Cuadras atrás quedaron, sobre las banquetas frente al Congreso, los maestros y jubilados de un contingente del Frente en Defensa de la Universidad Pública (FDUP) que logró ganar la cabeza de la marcha al contingente institucional, el del rector y los líderes sindicales con los exrectores que conforman la primera columna. Ahí en el Congreso los alcanza el secretario general, Salvador García Espinoza, quien los conmina a unirse al bloque o avanzar para dejar el paso libre a funcionarios y seguidores. “Su movilización es otra”, termina por decir ante el silencio que despiertan sus palabras entre los integrantes del FDUP.

El programa plantea una intervención en el Congreso, la de Eduardo Tena Flores, líder del Sindicato Único de Empleados (SUEUM), a quien no le queda otra que en medio de la otra marcha iniciar su discurso. Recrimina a los diputados que “no aben ni conocen a la Universidad”, alude a que pocos de los 40 huéspedes de la antigua Casona de los Anzorena han pisado la Casa de Hidalgo, “milenaria institución”, resbala, cuando apenas el año pasado se celebró el cien aniversario de la institución.

Apenas y acaba Tena de pronunciar el remate del discurso, el contingente institucional avanza con la Banda de Guerra al frente, mientras el coreo de la FDUP los despide: “Medardo, entiende, la Universidad no se vende”; “Esta marcha no es de fiesta, es de lucha y de protesta”…

Instalados ante el Colegio, el que fuera un contingente ordenado se desata. Una batucada acompaña el canturreo de “Y la gente se pregunta y esos quienes son…”, un tipo pasa con una manta sobre su humanidad como si fuera su cobija, mientras todos levantan las manos moviendo los dedos cuando pasan frente al balcón central, donde empiezan a desgranarse los discursos.

Al rector le antecede una profesora que dice ostenta “la dicha de ser orgullosa nicolaita”. Gaudencio Anaya, el líder del Sindicato de Profesores (SPUM), no se cansó de advertir también, “a esa minoría de diputados, que los nicolaitas no vamos a aceptar imposiciones”.

Curioso, así como empezó el discurso, así lo termina el rector, con una pregunta: “¿Qué queremos los nicolaitas?”. Pro ahora sí le contestan: “¡Presupuesto, presupuesto!”.

Sí, día histórico, el balcón central de San Nicolás fue abierto.

 

29 mayo, 2018
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