El líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, está rodeado de varios túneles a consecuencia de las obras de ampliación de la Línea 2 del Sistema Cutzamala que atraviesan el penal de máxima seguridad del Altiplano del Estado de México.
El penal actualmente es resguardado por elementos del Ejército mexicano, quienes se encargan de prevenir otra fuga del narcotraficante más famoso del planeta.
Además, ayer fueron vistos dos convoyes de la Policía Federal, uno en cada dirección, patrullando el sector, encontrándose cada 20 minutos a la altura de la entrada del Altiplano, donde fue instalada una base federal que se mantiene en guardia las 24 horas del día.
“Si se le cambia de celda cada tres horas, por supuesto eso es un hostigamiento. No sabría precisarle el número de veces que se ha cambiado de celda, pero hasta hace dos días creo ocho veces” dijo Juan Pablo Badillo, uno de los abogados del capo.
“Está creciendo ese temor de que le pueda suceder algo (a Guzmán Loera), porque es sospechoso que no se permita a los defensores mirarlo, preguntarle cómo se siente, qué momentos ha pasado, si ha sido torturado” manifestó el defensor legal.
Otro de los abogados del “Chapo” Guzmán, José Luis González Meza, denunció que las autoridades penitenciarias le impidieron llevar ropa al capo para resistir las bajas temperaturas de los últimos días.
“Ni siquiera me dejaron pasar ropa de invierno para que él se protegiera, él viene de un clima cálido y él padece, me acabo de enterar por su abogado, de hace muchos años que padece de las vías respiratorias. Si el señor contrae una pulmonía o una enfermedad producto del frío, tendrán que ser responsables históricamente de cualquier resultado de facto en perjuicio del señor Guzmán Loera” decretó el jurista.
