Luego de varios días de tensiones a partir de un controvertido dictamen del Tribunal Constitucional (TC), el Congreso de Chile dio hoy luz verde a la Ley Corta de gratuidad en la educación superior.
Por 92 votos a favor, dos en contra y una abstención, el Congreso chileno aprobó la gratuidad a los sectores más vulnerables que accedan a la educación universitaria en 2016, una noticia recibida con alivio por numerosas familias.
El ministro Secretario General de Gobierno y portavoz oficial, Marcelo Díaz, valoró la aprobación de la Ley Corta de Gratuidad, destacó el paso «pues nos garantiza aprobado el proyecto», tal como lo comprometió la jefa de Estado.
Luego de más de tres décadas, la gratuidad vuelve a las universidades de Chile, acotó.
«El sueño de contar con una educación gratuita (…) comienza a hacerse realidad. En marzo, el 50% más vulnerable de las instituciones que accedan a la gratuidad no van a tener que seguir soportando el peso del costo de la educación», comentó.
Más adelante el secretario de estado aseguró que «a partir de esta ley el acceso a la educación superior se va a regir, por el mérito el talento y las capacidades de los estudiantes, y no por el tamaño de la billetera ni por el presupuesto familiar».
En coincidencia, tanto Díaz como la ministra de Educación, Adriana Delpiano, subrayaron que se trata de «una gran noticia para las familias que se van a ver beneficiadas con este proyecto.
Es el mejor regalo de Navidad de que durante todo el año (2016) no van a tener que endeudarse para pagar la educación de sus hijos, completó Delpiano.
«Este es el camino hacia la gratuidad y por tanto el próximo año vamos a discutir la ley larga que vamos a incorporar a finales de año y allí se establecerá cómo seguimos avanzando en materia de una gratuidad más universal», precisó.
Un recurso presentado por partidos de derecha ante el TC obtuvo como respuesta descalificar la glosa presupuestaria al considerar que no abarcaba a todos los candidatos con problemas financieros.
Analistas consideran que se trató de otra jugarreta de la oposición para sabotear las reformas emprendidas por el Gobierno de Michelle Bachelet.
