Jorge Álvarez Banderas / @lvarezbanderas
En el camino de la integración de la terna para designar al titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Michoacán (CEDH) se quedaron muchas personas con perfiles adecuados a tal encargo, al final, una persona con un estrecho vinculo con la sociedad civil que formaba parte de la terna designada solo obtenía un voto de los legisladores, la formula integraba a una mujer quien no obtuvo voto alguno, el designado casi de manera unánime logra 36 votos a su favor y con esto tenemos de nueva cuenta en Víctor Manuel Serrato Lozano al nuevo titular del organismo autónomo encargado de velar por los derechos humanos de las personas en la entidad.
Gerardo Andrés Herrera Pérez es quien obtenía el apoyo de un solo legislador, no se si el apoyo recibido fue por un error o de manera genuina, ya que por el sentido de la votación, los legisladores se volcaron a favor en su mayoría por el actual titular, seguramente previo acuerdo concertado y no por casualidad; conocí a Gerardo hace algunos años cuando participamos de manera fallida en otra convocatoria para formar parte del Consejo Ciudadano de la CEDH y es que para llegar hay que ser el “candidato” de algún grupo de legisladores afines a una ideología partidista. El currículum de Gerardo es muy extenso, es un promotor de los derechos humanos contra la discriminación y por una cultura de la igualdad, es impulsor de la visibilidad de grupos vulnerables en Michoacán y generador de creación y desarrollo de conciencia social, profesor universitario, articulista y colaborador de diversos medios de comunicación, recipiendario de las Preseas Michoacán y Vasco de Quiroga entre otras.
La élite del poder público en Michoacán pierde la oportunidad de legitimar su política pública; Gaetano Mosca decía que la élite está compuesta por la minoría de personas que detentan el poder en una sociedad, esta minoría es asimilable a una autentica clase social, la clase dirigente o dominante, porque aquello que constituye su fuerza y le permite mantenerse en el poder es precisamente su organización, su estructuración; los legisladores casi de manera homogénea designan al nuevo ombudsman, cuando la realidad es que esta élite está estratificada bajo el mando de lideres en su seno. Hoy las decisiones que afectan al bienestar y a las propias vidas de los michoacanos se han tomado sin discusión pública o control popular efectivo.
