Especial fotográfico


Mujeres que inspiran: Mónica Guzmán y Teresa Chavira

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Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el próximo 8 de marzo, quisimos reconocer a esas mujeres michoacanas que día a día se esfuerzan para alcanzar sus objetivos y que destacan por su empeño, inteligencia, y habilidad en su profesión u oficio.

Aunque sabemos que son miles y miles en todo el estado, diez de ellas nos relatan sus experiencias en los distintos ámbitos de sus vidas. Aquí dos de sus historias:

Con suerte
Mónica Guzmán Cervantes

Mónica Guzmán Cervantes de 32 años es madre de una niña de 6 años, vive en unión libre con su pareja, es abogada, labora de lunes a viernes en el Tribunal de Justicia Administrativa de Michoacán. Además tiene una empresa llamada “Axolotl Arte Urbano” en la que fabrica jabones artesanales, cremas, velas y recuerdos para fiestas. Como micro empresaria todos los sábados lleva a distintos bazares artesanales sus productos para exponer y vender.

En el ámbito laboral, Mónica se dice con suerte, “ he trabajado con hombres y mujeres, nunca he tenido un trato discriminatorio, he tenido las mismas oportunidades que los demás en la oficina, el área en la que estoy las oportunidades han sido equitativas, lo que me hace sentir bien en mi trabajo”.

En su actividad como empresaria artesanal alcanza a ver la falta de apoyo para las mujeres, sobre todo en los espacios para las artesanas en las que se les permita exponer sus productos para vender, muchas de ellas son madres solteras y son las que sustentan su casa.

¿Cómo percibes la equidad de género en tu trabajo?

“Aquí en el tribunal promueven la equidad de género, inclusive hay un magistrado y dos magistradas, el personal está equilibrado en cuanto a género, como parte de esa promoción constantemente asistimos a conferencias informativas al respecto”.

En cuanto al rol multifuncional, a Monica le ha resultado difícil la labor de ser madre, trabajadora, buscar la innovación de productos en su empresa, ser esposa y atender la casa, todas estas tareas que lleva a cabo le produce agotamiento mental, en detrimento de su salud.

Con una mirada apacible que contrasta con la vida agitada por las distintas responsabilidades que tiene, nos platica:

“Mi aportación para la equidad de genero es tratar de hacer conscientes a los hombres que conozco, a mi esposo, amigos o quien sea para que valoren a las mujeres, que no solo nos tomen como un objeto femenino o sexual, que nos vean como compañeras de vida, lo que podemos aportar en todos los aspectos”.

Momentos difíciles

Ya un poco apurada nos habla del momento más difícil de su vida, que fue cuando trabajaba en una notaría de la que fue despedida por estar embarazada, se los comunicó a sus jefes, 15 días después estaba despedida sin razón alguna.

Con sus compañeras, la mayoría mujeres mayores, casadas y sin hijos, frecuentemente comentaban esa posibilidad aunque no la esperaba, finalmente así fue; “Me sentí realmente discriminada, pasé por momentos muy críticos, afortunadamente no pasó mucho tiempo que encontré trabajo en otro lugar”.

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Tocando muchas puertas
Teresa Chavira Leal

Teresa Chavira Leal, 46 años. Lic. en Danza

Es madre de una joven mujer y abuela de un varón, está recientemente casada. Es licenciada en Danza por al UMSNH, tiene una maestría en Docencia para la Cultura Física por el IMCED. Desde hace 19 años trabaja en la Secretaría de Cultura del Gobierno del estado de Michoacán, a la par que ha hecho su carrera en la danza.

Todo los martes y jueves imparte la clase de danza contemporánea en la Casa de la Cultura de Morelia, ahí en el salón de clases nos platica que la mitad de su vida es la danza y la otra es ser empleada estatal en la que ha aprendido las herramientas de gestión y promoción cultural, tiene experiencia como productora de festivales internacionales, coordinadora de equipos, diseñando montajes técnicos así como coordinando a técnicos teatrales, lo que según ella no es nada fácil.

A través de esas actividades es que conoce a muchas y muchos artistas que se dedican a la danza, al teatro y a la música, con algunos de estos coreógrafas y coreógrafos, ha participado como bailarina en distintos proyectos de danza contemporánea.

En el ámbito laboral ‘Tere’ compara el trato que recibió cuando era joven y el que recibe ahora con más edad; cuando era más joven la tomaban en cuenta para escuchar su opinión o sus propuestas creativas, pero ahora que es mayor, “las canitas influyen el trato”, ya no consideran su opinión o propuestas.

“Ahora tengo que tocar muchas puertas, hace cuatro años pedí mi cambio de la oficina a maestra de la Casa de la Cultura, me pasé estos años insistiendo hasta que un día me encontré con la Doctora Silvia Figueroa, le dije -mi perfil es ser maestra de danza, no de estar sólo en la oficina, pero también tengo estas propuestas de investigación-. Ya no soy escuchada tengo que insistir mucho”, lamenta.

En el mundo de la danza hay mucha competencia entre las mujeres, sobre todo por el empuje que traen las más jóvenes, sin embargo Tere percibe que la idea de que las bailarinas de más edad siguen bailando y tienen más presencia escénica, está permeando en el mundo de la danza.

La competencia con los hombres es más difícil porque no hay muchos en el ambiente dancístico lo que los hace más solicitados. Las mujeres que ganan más terreno y trayectoria son las que no se casan o que no son madres. Las que tienen hijos muchas veces tienen que hacer otras actividades para solventar las necesidades de las hijas e hijos lo que no les permite entregarse de tiempo completo a esa profesión tan demandante.

A lo largo de los años como empleada estatal ella a observado que al interior de la secretaría hay preferencia para que un hombre sea jefe de departamento, la mujer generalmente es una asistente, la secretaria o coordinadora, mientras que el jefe solo da la imagen.

“Para que una mujer sea tomada en cuenta, volvemos a caer en la parte de la edad, siempre que es una jefa o directora generalmente son mujeres jóvenes, aunque se puede contradecir todo esto que digo porque tenemos a una secretaria de Cultura que no es joven”.

“En cuanto a la igualdad de genero, con una asociación civil trabajamos con mujeres de la colonia Trincheras, llevamos acabo talleres con un equipo interdisciplinario: la terapeuta, la maestra de voz, la de teatro, y yo, la maestra de danza.

“Trabajamos primero en la detección de los factores que generan la violencia al interior de la familia, esos factores o esas situaciones se expresaban a través del taller de voz, aprendían abrir su voz, -esto me pasa, esto siento-. Posteriormente dejamos que lo conduzcan a través de un taller de danza y otro de teatro”.

“Al final hicimos una serie de pequeños ejercicios escénicos que se presentaron en distintos foros de la ciudad, 10 funciones, no importaba si llegaba el público o no, lo que importaba es que ellas sublimaran los esos factores”.

Momentos difíciles

“Lo más difícil de mi vida como mujer ha sido ser hija por ser la mayor, mi padre siempre esperó de mí ser la mejor de la clase, un día me dijo -yo pensé que ibas a ser científico de la NASA porque te sacabas puros dieces-. Luego salgo con que voy a ser bailarina, luego con que me tengo que casar porque estoy embarazada. Me caso y luego le digo que me voy a divorciar porque me trata mal. Luego le digo ya me encontré otro chavo con el que voy a vivir, y luego ya no quiero; y luego otra vez”.

“Siento que esa es la parte más difícil de haber sido mujer. Veo que con mis hermanos es distinto. El mayor se casó por embarazar a su chava, lo que no fue ningún problema; le hicieron su boda y todo, después se divorcia y pues recibe todo el apoyo de la familia. Es una actitud distinta, ahora se volvió a casar y es como el orgullo de mi padre, en ese sentido para mi es el ejemplo que la influencia paterna es muy fuerte, lo he visto con mis amigas, con las mujeres de Trincheras”.

“El amor, el afecto de tu padre determina tu actitud ante la vida, yo me encontré mucho tiempo deprimida por no poder alcanzar los ideales de mi padre, ahora que me casé nuevamente tuve un evento fuerte con él en el que me liberé -gracias por darme la vida, pero me toca construir la mía, si tu piensas distinto ok, allá tú-“.

“Es muy difícil porque si en tu casa encuentras esa incomodidad pues entonces qué será en otros ámbitos, por ejemplo en la oficina cuando tu jefe es hombre y es como cuando en tu casa tu papá…, o en tu propia casa con tu pareja lo ves en ese sentido paternal, eso me hizo sacudir.”

Ver primera parteMujeres que inspiran: Itzel Pichardo y Lila Paola Audifred

6 marzo, 2018
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