La nueva línea de conducción de aguas tratadas de la planta de Atapaneo garantizará el abasto de agua de Morelia y los municipios del Valle de Queréndaro por más de 30 años. La obra de 38 kilómetros de extensión está a la espera de que el ayuntamiento de Morelia autorice la conexión de las tuberías con la planta concesionada a una empresa colombiana.
Tras presentar el avance del 99% de la obra, la Comisión Nacional del Agua reconoció que actualmente, la planta trata el agua y la reintegra al contaminado Río Grande.
Lo anterior fue calificado como un desperdicio constante tanto de recursos económicos como de recurso hídrico ante las necesidades del distrito de riego 020 que termina su camino en el lago de Cuitzeo.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla aseguró que una vez que el ayuntamiento de Morelia conecte la planta a la obra estatal se beneficiarán 469 mil morelianos y se podrán “apagar” hasta 40 pozos de agua al contar con más agua en la presa de Cointzio.
“No se le va a quitar a Morelia un solo litro de agua. La presa de Cointzio es una presa agrícola. Es una presa cuya función es dotar de agua a la actividad agropecuaria y los módulos de riego 020”, manifestó.
El impacto de la nueva línea de conducción de aguas tratadas de Atapaneo es alta; la mejora de la calidad del agua para riego permitirá a los productores de sorgo, trigo y maíz evolucionar a cultivos de mayor rendimientos como frutillas y productos de exportación que requieren de procesos inocuos.
