Urandén de Morelos, Pátzcuaro, Michoacán.- En la comunidad de Urandén de Morelos, en el municipio de Pátzcuaro, Michoacán, han resurgido al menos 15 manantiales que dan vida al manto acuífero, pero también a los habitantes que ahora ven en ello, una nueva oportunidad para mejorar sus vidas.
A mano y con maquinaria, pero sobre todo con los conocimientos de los lugareños de mayor edad, hace 5 meses se agilizaron los trabajos para la recuperación del Lago de Pátzcuaro y sus manantiales.
«Hay gente grande que ya sabían donde estaban los manantiales, ellos saben y dan la indicación de donde más o menos estaban, entonces ahí donde nos dicen escarbamos; metiendo maquina y trabajo empieza a haber agua, a brotar», dijo José Miguel Cristóbal, uno de los empleados temporales para el rescate del Lago de Pátzcuaro que contribuyó en el renacimiento de los vertederos.
Hasta ahora se han encontrado más de una docena de manantiales. Luego de acondicionarlos, la semana pasada la comunidad decidió aperturarlos al turismo para reactivar la economía de las familias que, por la sequía del lago, tuvieron que abandonar la pesca.
«Toda esta parte estaba seca, a partir de marzo abril fue ya otro panorama que nos devolvió a los habitantes la vida por la naturaleza, por el agua. La zona sur del Lago de Pátzcuaro está llena de manantiales, desgraciadamente algunos por el bajo nivel del agua, el agua ya no fluye de ellos y se requiere bastante trabajo para hacerlos que vuelvan a canalizar el agua hacia el lago», dijo Rubén Gabriel Trinidad, integrante de la Sociedad Cooperativa de Prestadores de Servicio del Muelle de Urandén.
De los 15 manantiales recuperados, 5 de ellos fueron abiertos al público en general. En la última semana, visitantes han podido recorrer las venas del Lago de Pátzcuaro para conocer de cerca los ojos de agua cristalina.
«Me llevo una experiencia muy bonita y muy agradable, aún y cuando el nivel está un poquito bajo es la verdad muy muy padre ver los manantiales con un azul turquesa, muy clara el agua y ver los peces que de alguna manera están invadiendo esos manantiales», dijo José Álvarez, visitante.
En estos nacedores de agua, también ha comenzado a surgir la fauna, pues ya se observan peces como charales y mojarras, lo que da esperanzas a los pescadores, quienes ahora también han empezado a beneficiarse del comercio con los turistas.
«Nos está cayendo gente, que está activando nuevamente la cooperativa porque pues ya había caído, ya no teníamos turismo. En la semana viene una que otra persona, consume y visita todos los manantiales es algo que ya le está beneficiando no nada más a la sociedad cooperativa sino casi a todos los que andamos aquí trabajando», dijo Daniel Cristóbal, comerciante del pasaje turístico de los manantiales.
Ahora que el Lago y sus manantiales han resurgido, los habitantes esperan que, pasada la temporada de lluvias, las autoridades cuiden que no se continúe con la extracción de agua para las plantaciones de frutillas y aguacate, pues temen que con el estiaje, el lago sea nuevamente saqueado.
