La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, fue condenada este miércoles a seis años de prisión por un tribunal superior, en el marco del caso conocido como «Vialidad», que la acusa de haber cometido fraude al Estado durante su mandato. Además de la pena privativa de libertad, la Cámara Federal de Casación Penal decidió inhabilitarla de por vida para ocupar cargos públicos.
La sentencia, dictada por el máximo tribunal penal del país, tiene su origen en una serie de irregularidades en la adjudicación de contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, la cuna política del kirchnerismo, durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015). Según la acusación, la expresidenta favoreció a un empresario amigo, el dueño de la constructora que ejecutó los contratos, desviando fondos del Estado en perjuicio de los intereses públicos.
A pesar de la condena, la exmandataria no enfrentará, por el momento, la cárcel. La prensa local subraya que Fernández de Kirchner no será detenida mientras se resuelven posibles apelaciones. La defensa de la exjefa de Estado ha anticipado que recurrirá la decisión, lo que podría prolongar el proceso judicial.
Cristina Fernández de Kirchner, quien también ocupó la vicepresidencia de la Nación entre 2019 y 2023, ha sido objeto de múltiples causas judiciales a lo largo de los años, varias de ellas vinculadas a la administración de fondos públicos durante su mandato. Aunque la sentencia constituye un golpe significativo para su figura, especialmente en el marco de la lucha política interna que enfrenta al oficialismo y a la oposición en Argentina, la expresidenta mantiene un apoyo considerable dentro de sectores del kirchnerismo, que siguen considerándola víctima de una persecución judicial.