Ambiente


Ollas agrícolas dejaron daños

Daños a tierras de cultivos, viviendas e incluso al ganado, el saldo del colapso de ollas de uso agrícola en la región de Villa Madero, en el estado de Michoacán.

El Consejo Promotor para la Defensa de los Bosques de Madero y Acuitzio denunciaron que al menos 3 ollas de colapsaron por la intensidad de las lluvias de este año. En todos los casos, eran ollas clandestinas.

El organismo integrado por comuneros y ambientalistas de ambas demarcaciones señalaron daños a bosques por escurrimientos atípicos de agua, lo que apunta a ollas que en silencio se colapsaron y no fueron documentadas.

El viernes 27 de septiembre por la noche, en la localidad de los Lobos, en Madero, una olla colapsó por las lluvias que trajo consigo el huracán John. Los testigos señalaron que debido a las condiciones escabrosas del terreno y a la pendiente, tuvieron que desalojar viviendas por el riesgo de que además, se produjera un alud.

Días más tarde, se reportó en la tenencia mezcalera de Etúcuaro una crecida repentina que inundó el campo deportivo y una calle aledaña al cauce del río Porúas, lo anterior fue atribuido al colapso de otra olla de agua clandestina.

Ya en octubre, una olla de 35 m x 16 m, reventó, ésta en las cercanías de San Pedro Piedras Gordas, ocasionando la obstrucción de la brecha que comunica a esta localidad con la carretera Morelia-Eréndira.

A no más de 400 metros otra olla, de 130 m x 55 m fue reportada al municipio por un ciudadano porque estaba fracturada al momento de estar captando agua. Los colonos intervinieron la estructura para evitar accidentes a las poblaciones que se contratan cuesta abajo.

De acuerdo con datos oficiales del 2019, se habían instalado hasta entonces más de 20 mil micropresS con la finalidad de abastecer de agua a las plantaciones. Las olas concentradoras son calificadas como construcciones artesanales y frágiles, ajenas a toda norma aprobada de seguridad, consistentes en un foso excavado cuya tierra se amontona en sus bordes para incrementar la capacidad de almacenamiento y son cubiertas en su interior por geomembrana para evitar la filtración y pérdida del líquido.

La Comisión Nacional del Agua ha señalado que más del 50% de las ollas de agua que hay en Michoacán se instalaron sin permisos, por lo que son calificadas como clandestinas.

La Ceag refiere que el riesgo va más allá del almacenamiento irregular de agua; el impacto por deforestación y el riesgo civil para las comunidades es alto en miles de poblaciones rurales.

3 noviembre, 2024
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